Ocho secuencias conforman este film excepcional. Todas ellas, de un modo u otro, poseen alguna característica que las aproxima a lo onírico: la aparición de lo fantasmagórico (El Túnel, La Tormenta, El Demonio que Llora), el artista que se funde con la obra admirada (Cuervos), la naturaleza como vida que interactúa mágicamente con los seres humanos (Llueve y Sale el Sol, El Huerto de Duraznos), y el tema de la Arcadia perdida (El Fuji en Rojo) y recobrada (La Aldea de los Molinos de Agua).